Impacto del modelo “Comunidades educativas libres de violencia” en instituciones educativas.
En la búsqueda de un entorno educativo pacífico y respetuoso, surge el modelo “Comunidades Educativas Libres de Violencia”. Esta iniciativa, nacida de la investigación aplicada realizada por la Facultad de Psicología Xalapa de la Universidad Veracruzana, se ha convertido en factor de cambio en más de 300 escuelas públicas del estado y de otros espacios en México.
Este modelo se fundamenta en el enfoque de Johan Galtung, que identifica y aborda la violencia en sus formas directa, estructural y cultural. Se concibe como un proceso en cuatro etapas para fomentar la reflexión, el diálogo y la acción, lo cual hace que sea reconocido como un modelo de enfoque integral. Este proceso se compone de lo siguiente:
- Indagación: Diagnóstico exhaustivo de la violencia en ámbitos clave como la familia, la escuela, la pareja y la comunidad.
- Sensibilización: Procesos formativos para toda la comunidad educativa, promoviendo la reflexión, el diálogo y el respeto a los derechos humanos.
- Transferencia de conocimientos: Creación y difusión de materiales de apoyo para estimular la reflexión grupal sobre situaciones de violencia y métodos de prevención.
- Formulación de políticas públicas: Presentación de resultados y propuestas a las autoridades para impulsar acciones concretas que prevengan y combatan la violencia en el ámbito educativo.
- Inspiración y principios: El modelo encuentra inspiración en principios fundamentales como la educación para la paz, la formación ciudadana, la participación comunitaria y la autogestión social. Al basarse en estos pilares, busca formar ciudadanos conscientes y comprometidos con la prevención y el combate de la violencia en sus entornos.

Los resultados positivos del modelo son notables en las escuelas que se ha estado aplicando y abarcan diversas dimensiones:
- Sensibilización y formación ciudadana: La comunidad educativa se ha comprometido con los procesos formativos que se vislumbran más allá de lo académico, promoviendo valores y actitudes de respeto en todos los espacios.
- Pactos de convivencia: La construcción de pactos de convivencia ha fortalecido la cohesión social, estableciendo normas de respeto mutuo y creando un entorno más seguro y pacífico.
- Materiales de apoyo: La creación y difusión de materiales de apoyo han sido clave para estimular la reflexión y fomentar una comprensión profunda de las formas de violencia y sus soluciones.
- Participación comunitaria: La comunidad educativa se ha involucrado activamente en actividades culturales, campañas de sensibilización y otras iniciativas que fortalecen la colectividad.
- Políticas públicas: El modelo ha contribuido significativamente a la formulación de políticas públicas, destacando la importancia de la prevención y el combate de la violencia en las instituciones educativas.

Finalmente, el impacto se evalúa desde diversas perspectivas, incluyendo el clima escolar, el rendimiento académico, la participación comunitaria, la salud mental y la calidad de vida de los beneficiarios. Este enfoque holístico permite una comprensión completa del cambio que se está logrando, ya que no solo es un modelo de intervención, sino un catalizador de transformación social.
Por: Equipo de redacción IPAED